El coronavirus, que ya ha dejado más de 2,5 millones de muertes en todo el mundo, ha tenido, sin embargo, una letalidad desigual en cada territorio: aunque Estados Unidos, Brasil y México son los tres países con más fallecidos en términos absolutos, la comparación entre las muertes de países con más de un millón de habitantes en relación con su población revela que República Checa es el territorio que presenta una tasa de mortalidad más elevada, con 202 decesos por cada 100.000 habitantes. España, que llegó a ocupar el segundo puesto en este ranking, ha descendido a la decimocuarta posición con una tasa de 149 fallecidos.
Europa, que ya fue el continente más golpeado durante los meses de marzo y abril con la primera ola de la pandemia, vuelve a encabezar los primeros puestos de la lista de países con mayores tasas de mortalidad. De este modo, nueve de los diez primeros países de este ránking pertenecen al Viejo Continente, a excepción de Estados Unidos que se encuentra en la séptima posición. España, que revisó en junio la cifra oficial de decesos e hizo lo propio nuevamente en noviembre, se encuentra ahora en el decimocuarto puesto por detrás de República Checa, Bélgica, Eslovenia, Reino Unido, Italia, Hungría, Portugal, Estados Unidos, Bosnia y Herzegovina, Macedonia del Norte, Bulgaria, Moldavia y México.