Las Fuerzas Armadas de Ecuador confirmaron este viernes 23 de febrero la fuga de tres presos de la cárcel de Latacunga, pocas horas antes de que esta prisión, bajo control militar, fuese mostrada a periodistas como un ejemplo exitoso de su intervención en el sistema carcelario para arrebatar el control de los centros penitenciarios a las bandas criminales.
La fuga se dio durante la madrugada de este jueves 22 de febrero de 2024, según confirmó el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador en un comunicado.
En la mañana de ese mismo jueves, el Gobierno y las Fuerzas Armadas permitieron el ingreso de un grupo de periodistas de medios nacionales e internacionales, para mostrar «el rotundo cambio» que se había dado dentro de la cárcel desde que los militares ingresaron a ella a mediados de enero en el marco del «conflicto armado interno» decretado contra el crimen organizado.
Durante la visita al Centro de Privación de Libertad Cotopaxi Número 1, como se le conoce oficialmente a esta prisión, situada a unos 70 kilómetros al sur de Quito, los militares explicaron que han roto el esquema de extorsión y coacción que ejercían las estructuras criminales que controlaban los pabellones.
De acuerdo a las Fuerzas Armadas, ahora los presos de la cárcel de Latacunga cuentan con acceso gratuito a tres comidas al día, agua y un lugar donde dormir, y no deben pagar desorbitadas cantidades a los líderes criminales que controlaban internamente la cárcel.
Asimismo, los militares mostraron las disciplinas y rutinas impuestas a los presos para tener actividad física y realizar la limpieza y mantenimiento de la prisión.
Desde el inicio del «conflicto armado interno» declarado contra el crimen organizado, las cárceles se han vuelto uno de los principales focos de acción de las Fuerzas Armadas para desarmar a las bandas criminales, que en su interior albergaban grandes arsenales de armas como fusiles, granadas y pistolas en todo tipo de escondites.
El estado de excepción fue declarado por el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, a raíz de una ola de violencia del crimen organizado, donde ocurrió la toma de un canal de televisión por parte de un grupo armado durante una emisión en directo y motines simultáneos en varias cárceles, entre ellas la prisión de Latacunga.
En esos motines hubo 200 rehenes entre policías y guardias carcelarios que lograron ser liberados, a la vez que al menos unos 90 presos consiguieron fugarse, la mayoría de las cárceles de Esmeraldas y Riobamba.
Fuente EFE