La princesa Kate Middleton, uno de los miembros más queridos de la monarquía británica, famosa por su sonrisa y su saber estar, afronta uno de los periodos más duros de su vida tras ser diagnosticada de cáncer.
Su ausencia de la vida pública desde que se sometió a una cirugía abdominal el 16 de enero de 2024, por la que estuvo 13 días ingresada en una clínica londinense, había disparado los rumores sobre su estado de salud, que ahora se disipan con la confirmación de su grave dolencia.
Es de esperar que Kate, cuyas campañas personales versan sobre la salud infantil, se centrará en proteger a sus tres hijos: Jorge, de 10 años; Carlota, de 8; y Luis, de 5, con quienes se prevé que pase las próximas vacaciones de Semana Santa.
De apariencia alegre, empática y refinada, Kate enseguida cautivó a los británicos como pareja del príncipe Guillermo, a quien conoció en 2001 cuando ambos estudiaban en la universidad de Saint Andrews, en Escocia.
El hoy heredero al trono, de 41 años, apoyará en este trance a su compañera de vida, de 42, en un momento en que la monarquía británica está en horas bajas, con el rey Carlos III también en tratamiento oncológico y el príncipe Enrique en Estados Unidos con su familia.