La muerte este martes 6 de febrero de 2024, del expresidente Sebastián Piñera en un accidente de helicóptero ha generado gran conmoción en Chile, un país que trata de recuperarse de la mortífera ola de incendios que este fin de semana devastó la región central de Valparaíso y provocó al menos 131 fallecidos.
El helicóptero en el que viajaba el mandatario, junto a otras tres personas que lograron salvarse, se precipitó al poco tiempo de despegar sobre el Lago Ranco, un balneario turístico situado a 780 kilómetros al sur de Santiago, donde solía pasar los veranos con su familia.
Según medios locales, el expresidente pilotaba la nave en medio de una intensa lluvia y se hundió al no poder desabrocharse el cinturón de seguridad.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, informó que la Armada logró recuperar el cuerpo del exgobernante, un exitoso empresario cuya fortuna es una de las más grandes de Latinoamérica y que gobernó Chile en dos periodos no consecutivos, 2010-2014 y 2018-2022.
Homenajes
Decenas de ciudadanos se amontonaron al poco tiempo de conocer la noticia a las puertas tanto de su vivienda de veraneo en Ranco como de su domicilio principal, en el acaudalado barrio capitalino de Las Condes, para depositar flores y mandar mensajes de cariño a su familia.
También hubo concentraciones a las puertas de Renovación Nacional, el partido que ayudó a fundar y con el que se convirtió en 2010 en el primer conservador en llegar al poder desde el retorno a la democracia, luego de cuatro gobiernos de centroizquierda.
Las condolencias también llegaron desde el extranjero por parte de distintos mandatarios, como el francés Emmanuel Macron, que lo definió como «una fuerza incansable para el crecimiento y el desarrollo de su país», o el ucraniano Volodímir Zelenski, quien recordó «su fuerte posición respecto a la condena de la invasión rusa».
AGENCIA EFE