Pichincha.- Según datos emitidos por el Ministerio del Ambiente y Agua, en los últimos siete años, se han retenido más de 6.000 animales silvestres vivos, mediante operativos de control de tráfico de vida silvestre. Ante esta problemática, este ministerio presenta la campaña anual “Alto, el tráfico de vida silvestre es un delito”, que pretende sensibilizar a la población sobre la importancia de proteger la fauna y flora silvestre del país e informar acerca de las implicaciones legales que tiene este delito, las mismas que se encuentran estipuladas en el art. 247 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).
Marco Garnica, subdirector técnico de Doctrina del ECU911, manifestó que “es importante que la ciudadanía conozca el proceso de denuncia y emergencia por casos de tráfico de vida silvestre, a través del 1800DENUNCIA y las líneas de 911”.
El tráfico ilegal de vida silvestre, es un problema de largo alcance. En el territorio nacional, las provincias de mayor incidencia son: Orellana, Napo y Pastaza, Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Azuay, Tungurahua, Manabí, Guayas y, en la región insular dentro de sus áreas protegidas.
Especies como loros, pericos, guacamayos, boas, tortuga terrestres y marinas, caimán, mono cusumbos, coatíes, entre otras son las más traficadas, mientras que, las especies de flora silvestre se encuentran las orquídeas, bromelias y musgo. Una de las consecuencias del tráfico, es el maltrato que sufren los animales silvestres, los cuales son sometidos a condiciones intratables durante su captura, transporte y comercialización. En esta dinámica las especies sufren lesiones y contagios entre otros individuos.