La Fiscalía de Ecuador vinculó a la vicepresidenta del país, Verónica Abad, a un caso de presunta corrupción en el que está involucrado y procesado el hijo de ella, Sebastián Barreiro, cargos que ambos niegan y que consideran surgió del interés electoral del presidente, Daniel Noboa.
El fiscal de la causa, Carlos Leandro Alarcón, de la unidad de Transparencia y Lucha contra la Corrupción del Ministerio Público, indicó en un mensaje en redes sociales que trasladará el caso a la Unidad de Fuero de la Corte Nacional de Justicia, al considerar que las evidencias vinculan a la propia Abad, quien goza de fuero.
Alarcón recordó que el pasado 22 de marzo la Fiscalía vinculó y pidió una orden de prisión preventiva contra el hijo de Abad, un abogado acusado del delito de «oferta de realizar tráfico de influencias en la Vicepresidencia de la República».
El caso surgió tras la denuncia de un funcionario despedido de la Vicepresidencia que apuntó a Barreiro como la persona que presuntamente le habría pedido quedarse con una parte del sueldo a cambio de influir para su contratación laboral.
Hijo de Abad pagó fianza
El fiscal recordó que la jueza de la causa ordenó la prisión preventiva del acusado, quien fue confinado en La Roca, la cárcel de máxima seguridad de Ecuador en la ciudad portuaria de Guayaquil, de donde salió luego de varias semanas y tras el pago de una fianza de 20.000 dólares.
Según Alarcón, durante la instrucción fiscal en curso han surgido evidencias que apuntan a la vicepresidenta Abad, quien actualmente ejerce como embajadora de Ecuador en Israel, por orden del propio mandatario Daniel Noboa.
El fiscal Alarcón mencionó entre las nuevas evidencias, sin dar más detalles, una nueva versión de quien denunció el delito, documentos sobre su contratación por disposición directa de Abad, así como información telefónica que vincula a la vicepresidenta.
Por ello, y dado que Abad goza de un fuero especial, Alarcón anunció que se inhibe de seguir con la investigación y que trasladará el expediente a la Unidad de Fuero de Corte Nacional de la Fiscalía General del Estado, para que se continúe con el debido proceso.
La vinculación de Abad se dio en un momento en que han empezado a asomar las primeras acciones electorales de cara a los comicios generales de febrero del próximo año.
El presidente Noboa podría presentarse a esos comicios para repetir el cargo, pero necesitaría pedir permiso para ausentarse del cargo durante el periodo de campaña electoral, lapso en el que debería encargar la Presidencia a Abad, como contempla la Constitución del país.
Sin embargo, Abad ha acusado a Noboa de estar al frente de un presunto hostigamiento en su contra para forzarla a renunciar y evitar que sea ella quien deba asumir temporalmente la Presidencia cuando busque él la reelección.
Según varios analistas políticos, el grado de distanciamiento entre Noboa y Abad ha llegado a tal extremo que el mandatario, aparentemente, intentaría no encargar la primera magistratura del Estado a su vicepresidenta.
No obstante, la Fiscalía ha insistido en que el Ministerio Público no persigue a personas sino a delitos, y que en el caso del hijo de la vicepresidenta obedece a un caso de presunta corrupción aún bajo investigación.
Noboa y Abad fueron elegidos el año pasado para gobernar el país hasta 2025 y completar el periodo del exmandatario conservador Guillermo Lasso, quien recortó su mandato y evitó ser censurado por supuesta corrupción en la Asamblea Nacional (Parlamento) de mayoría opositora.
En su última acción en conjunto, Noboa y Abad juraron sus cargos el 23 de noviembre de 2023, pero de inmediato el mandatario ordenó a la vicepresidencia asumir como embajadora en Israel, tras un distanciamiento que comenzó durante la campaña electoral y que se evidenció en las semanas posteriores a su triunfo electoral. Fuente EFE